Según trascendió en uno de los pasillos que da al baño de hombres de la Casa Rosada, la administración de la Primera Dama Presidenta buscará contraatacar los efectos sobre la opinión pública del paro del campo con un anuncio largamente esperado por el sector.
El paliativo atendería las urgencias de la sequía producida en el norte argentino a los productores rurales para, de esa manera, restarle argumentos al reclamo.
Si bien los asesores y técnicos del entorno presidencial se encuentran aun esbozando los detalles del plan que sería anunciado a mediados de 2010, este medio se encuentra en condiciones de adelantar los principales ejes del trabajo que hasta el momento se divide en tres etapas.
En la primera de ellas se lanzaría una convocatoria dirigida a meteorólogos, estudiantes del clima, especialistas en ciencias del cielo y periodistas encargados del tiempo en los noticieros para que nieguen que la sequía exista. En una etapa posterior se acudiría al servicio de personal idóneo para que, mediante una intervención focalizada, reviertan los efectos nocivos de la sequía que no existe. Ésta iniciativa desató una feroz batalla en el seno del oficialismo entre los sectores que responden al riñón de Julio Fido Devido y los afines al jefe de la Familia Fernández para ubicar personas de su confianza.
Sin embargo, algunas voces diáfanas confirmaron que una lista con los nombres de varios hechiceros, comadronas, brujos, maestres, adivinos y nigromantes ya habrían sido seleccionados.
Pese a ser la última etapa, la misma se encontraría en ejecución. Según se conoció, el gobierno prevee estatizar la sequía y que los costos de las pérdidas los afronten, a largo plazo, las futuras generaciones.