La plaza del amor

Ante una multitudinaria manifestación planificada hasta en los más mínimos detalles, la Primera Mandataria Presidenta criticó a los principales referentes del campo y a las personas que espontáneamente, convocados a través de mails y mensajes de texto, salieron a cacerolear en las principales ciudades del país y muchos otros puntos (que no se vieron reflejados en los medios de comunicación).
Desde temprano, miles de micros fletados desde el conurbano y el interior del país con empleados municipales y asociaciones y cooperativas subsidiadas llegaron a la “plaza de todos los kirchneristas”, tal como la nombró PMP frente a la mirada atenta de Súper K.
Con una estética peronista, la funcionaria evitó mencionar el vuelco que tuvo la protesta agropecuaria tras la detención del Chacarero Angeleli, donde literalmente los cortes de ruta “pararon” el país, hecho que conmocionó al gobierno que no esperaba tal reacción de la ciudadanía.
“Esta es la plaza del amor”, profirió llorosa la jefa de Estado sorprendiendo a más de un legislador que se aprontó alegremente a fumarse un porrito.
Finalmente, durante todo el discurso se recalcó la política de derechos humanos que buenos frutos le trajo al matrimonio presidencial con la izquierda intelectual, mención sobre los nefastos años noventa y un prolegómeno sobre la práctica democrática que pocos entendieron y menos festejaron.